cuentos de cuarentena 7
Caracas,30/2020
Cuentos de Cuarentena en 110mtrs.2
Autora: María Isabel Valero Espinal
(Entrega 7) (Desde Venezuela)
TÍTULO: AL SANTO DE MI REPISA.
Abro los ojos y ahí estás. Por años has estado.
Cada amanecer me acompañas en el silencio del yeso que modela tu figura.
Por momentos te creo de carne y hueso.
Es domingo, perezosamente me quedo un poco más en la cama y te miro en la repisa.
!Cuanto sabes de mi !!
Infinitos monólogos que a pesar de la réplica de tu persona. Sé que en algún lugar me escuchas.
Desde la repisa puedo sentir que me observas, siento tu mirada sin ojos terrenales y sin embargo ves dentro de mi. Porque en mi alma habitas.
Son tantas las velas y flores que con humildad te he ofrendado.
Cuán agradecida por tu compañía, por la fe que me inspiras y la fuerza necesaria cuando tambaleo.
Eres mi médico de cabecera en turno permanente, más aún cuando un virus me mantiene en cuarentena..
!!Y ahí estás!! Con tu almidonada y pulcra bata blanca .
Sonrío al recordar aquel primer encuentro en día de quincena. Me dirigía al banco con apresurados pasos. De pronto la curiosidad hizo que frenara frente a la desvencijada vitrina de la vieja tienda religiosa. No sé realmente porque entre. Pero ahí estabas casi oculto entre tantas figuras empolvadas.
Y quise llevarte a casa. Ya conocía de ti.
El banco podía esperar.
A todos mostré tan invalorable adquisición .
De inmediato puse manos a la obra para conseguirte un lugar en mi habitación..
Con lija y un toque de barniz, hice de la vetusta repisa un trono de lujo para ti.
Rememoro algunos momentos con quebrantos de salud.
Seguro recuerdas la aterradora escena.
Tan solo una niña de once años huyendo de la inyectadora de mamá..
No había argumento capaz de convencerme del beneficio de la medicina.
Mil vueltas en desesperación por los jardines con mamá correteando detras, con mil endulzamientos, y aquel aguijón en alto.
Ella, mujer de sabia psicología, agotado el poder de convencimiento, sudando la gota gorda, al fin dio con la solución..!El efectivo e inocente chantaje otras veces empleado!!
!!Un libro a cambio del puyazo!! Ya tenía en mi haber Platero y yo , y una moneda de cinco bolivares ( un fuerte)...
Entre sollozos acepte, y mi buena madre en llave de lucha libre y un grito desde el fondo de mi alma que aún el eco repite, logró pincharme .
Sé que internamente desde la repisa sonríes con picardía.
Los lagrimones rodaban por las mejillas, mientras el obsequio en cuestión, entre hipos oprimía contra mi pecho .
Vuelta la calma sin poderme sentar. Logré ver de qué se trataba..
Ella me dijo, léelo es la vida de un Médico Santo. El Dr. José Gregorio Hernández.
Ese relato de tu vida, desde ese entonces me hizo devota de ti.
Algún tiempo después supe que en tu paso por este mundo, mi abuelo paterno fue tu discípulo..
Una razón más para sentirte de mi familia.
Imagino lo atareado que estarás dando luces científicas a tus colegas mortales en busca de vacuna que ponga fin al virus que tanto daño ha hecho. Convencida estoy que con tus conocimientos más allá de lo científico y nuestra fe lo lograremos.
Debes estar muy ocupado, pero sé que ahí estarás.
Aun no ordeno la cama,
creo voy por un café
.. Tengo mucho que contarte.
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