Cuentos de Cuarentena 4

Caracas, Mayo 20/2020
Cuentos de Cuarentena en 
110mtrs2
Autora: María Isabel Valero Espinal (desde Venezuela)



FANTASÍA EN POMPA DE JABÓN 


Desde mi burbuja de 110 mts2 con esas ganas de aire, mi fantasía ha conseguido cupo en una pompa de jabón.
Asiento en primera clase. Y vista panorámica.
Danzando a caprichos de la brisa, cual globo aerostático me elevo, sobre el desierto de asfalto.
Atrapado en la cima de un árbol,descansa una cometa.
Acomodo la mochila de papeles y lápices que sujeto a mi espalda. Único equipaje.Tomo apuntes.
La Ciencia oftalmológica me ha dotado de lentes intraoculares. Binóculos no me harán falta.
Sin perder detalle acuso la mirada en el mundo. Tantos días en retiro...
Posados en las antenas de una edificación, dos zamuros a la caza, 
vigilan la quebrada.
Nada vivo arrastrarán sus turbias aguas.
Viene a mi mente la aseveración de un excéntrico amigo, convencido de la majestuosidad y elegancia  de la no muy venerada ave.
En respetuoso silencio, permanecí perpleja.
Prosiguiendo tan espectacular viaje, cruzo nubes. Su composición semeja penetrar el corazón del algodón de azúcar. Tema recurrente en mis dulces adicciones. 
Todo es silencio, solo el sonido  de la brisa me acompaña.
Desde lo alto, la translúcida panorámica me permite divisar allá abajo minúsculas personas, semejan inquietas y laboriosas hormigas 
Creo volar sobre la edad media, sus humanidades cargan atados de leña y cántaros con agua.
Extraña disparidad. En qué parte de la historia estoy? Me habré teletransportado a otra dimensión?
Froto mis ojos
Escudriñando observo el retozar de delfines en el magnífico espejo azulado.
Por los montes del
Pico Naiguata he avistado un venado.
Con curiosidad una gaviota se acerca. Y sigue su curso.
En piloto automático continuo en tan maravilloso flotar observando  nuestro fantástico mundo.
Ríos cristalinos. Y verdor. Flora extraordinaria.
Cuánto espacio para todos y aún no hay conformidad.
Hermoso planeta ocre y azul. Este paseo sin turbulencia,en ondular  de viento no pudo ser mejor.
En el campo las doradas espigas esperan para el pan.
Es hora de regresar. Y volver a la realidad. 
Me espera la bendecida compañía de una de mis retoños. Seguramente sobre mi mesa me esperan apetitosas arepas. Y aguacate. Mucho aguacate..
Tengo mucho que contar.. 
Júbilo de campanas celebrará el fin de la cuarentena, y con alegría de Guacamaya me entregaré a apasionados besos de sol.

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